La Colonia Volendam fue fundada por menonitas de habla alemana que huyeron del comunismo en Rusia, durante la Segunda Guerra Mundial.
Paraguay fue el único país que admitió a este grupo de refugiados, con todas sus costumbres. Se admitían jóvenes, ancianos, viudas, huérfanos, enfermos y sanos. Estos refugiados habían sido organizados por el Comité Central Mennonita (MCC) desde los Estados Unidos.
Después de algunas dificultades en la salida de Europa, especialmente de las zonas alemanas bajo el dominio ruso, partió desde el puerto de Bremen, el barco “Volendam”, con 2.333 personas a bordo, el 1 de febrero de 1947. Durante los siguientes 18 meses salieron otros tres transportes, de modo que fueron un total de 5.650 personas las que salieron de Alemania en busca de una nueva patria en Sudamérica.
La mayor parte del grupo vino a Paraguay y se asentó en el Chaco o en la Región Oriental. Para la Colonia Volendam se habían anotado 1.913 personas (440 familias). Uno de los mayores problemas fue la ausencia de los padres de familia y de los hijos mayores de edad, pues muchos de ellos habían quedado en la guerra. En 110 de las 440 familias no se contaba con la presencia de un hombre. Además de esto, muchos ancianos y enfermos debían ser asistidos.
Luego de investigaciones exhaustivas se dio la posibilidad de radicarse en Villa del Rosario (San Pedro). Las tierras pertenecían y eran ofrecidas por la “Territorial Sudamericana”. La propiedad estaba ubicada sobre el Río Paraguay, extendiéndose hasta un estero (al norte); hasta la comunidad de San José (al este) y hasta otro estero (al sur). Las partes altas estaban cubiertas con bosques vírgenes y los campos bajos eran aptos para la ganadería. Desde el punto de vista del productor estas tierras eran ideales para asentarse.
Los primeros inmigrantes llegaron en julio del año 1947. Su primer trabajo fue organizarse para realizar la repartición de las tierras. Se formó una comisión directiva y se hizo la división en pequeñas aldeas, los grupos por aldeas ya se habían formado durante el largo viaje. Después de la asignación del lugar para cada aldea, cada grupo empezó con su propio programa. Las aldeas estaban situadas al borde del bosque. Cada grupo erigió una casa comunitaria a la entrada de la aldea, y desde allí se fue adentrando sistemáticamente al bosque, abriendo primeramente un camino central y preparando un sitio para cada asociado. La casa comunitaria sirvió inicialmente de hogar, para posteriormente servir como local de la escuela y la iglesia. El desmonte fue una labor muy pesada para los nuevos inmigrantes, principalmente las viudas sufrieron mucho a pesar de que los vecinos hacían lo posible para ayudarles. Paralelamente al trabajo particular se cumplía con las labores comunitarias (construcción de escuelas, del local de la cooperativa, del hospital y habilitación de caminos).
El 16 de agosto de 1947, los nuevos pobladores decidieron bautizar a la colonia y a la cooperativa con el nombre “Volendam”, en agradecimiento al buen trato de parte de la tripulación del barco en el que vinieron los inmigrantes.
El clima en la nueva patria y las condiciones inhumanas a la hora de realizar el desmonte, con herramientas muy básicas como machetes y hachas, desanimó a muchos colonos. Las primeras plantaciones de mandioca, batata, maíz y sorgo alcanzaban apenas para el autosustento. Desanimados, muchos pobladores abandonaron la colonia. En ese tiempo, la Administración inició las exportaciones de madera aserrada (para lo cual adquirió un aserradero) y la venta de leña (trozos y rajas) para la generación de energía en Asunción. Esta fue una actividad rentable hasta que el combustible comenzó a suplantar a la leña. Se volvió difícil la colocación de los productos agrícolas y de la leña. Muchos se vieron en la necesidad de migrar nuevamente a otros países.
Algunos cultivaron maíz y otros intentaron sembrar arroz a lo largo del Río Paraguay, ambos proyectos fracasaron. En el caso del maíz, los rendimiento eran muy bajos con relación a la cantidad de trabajo que demandaba y, en el caso del arroz, fue por la falta de conocimientos técnicos y de capital inicial. La esperanza de los pobladores nuevamente disminuyó y la emigración aumentó. De los 1.913 pobladores iniciales quedaron 620 personas empobrecidas. En el exterior se creía que Volendam se disolvería.
En ese tiempo, el Gobierno inició un plan nacional de trigo. La generación mayor conocía el cultivo de trigo de Europa, y con nuevo esmero se dedicaron a esta actividad. Después de algunos ensayos, escogieron las variedades que se adaptaban mejor con mayores rendimientos. Esta producción de trigo se podía procesar en los molinos nacionales, para aportar a la provisión de alimentos en el país.
Posteriormente se empezó con la plantación de soja, para así tener dos cosechas al año. La venta de soja generó divisas importantes. Mientras tanto la ganadería también pasaba a ser una parte importante de la producción, al fortalecerse utilizando los campos altos y los bosques bajos para pasturas.